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Writer's pictureGerardo Australia

¡Vámonos por la Prudencia!... en forma de condón



La foto la tomé la semana pasada, mientras hacía cola para comprar medicina en una de estas farmacias dizque muy ahorradoras.

Eran las 9a.m., y ahí estaba la caja pizpereta compartiendo promoción con el Mucoflux, unas pruebas rápidas de COVID, marca HLG (Hugo López Gatell), los consabidos electrolitos para el “crudo de hoy” y los siempre necesarios Kinder Sorpresa pa’aguantar tripa hasta el tlacoyo de las 11.30 am.


¿Por dónde empezar? Bueno, primero por agradecer a los chicos de la casa de hules PRUDENCE que “apoyen” nuestra economía: nada como ir por la vida sabiendo que estás respaldado financieramente con dos ejemplares extras de látex natural en la cartera.

Segundo, también aplaudirles a estos sagaces empresarios del neumático por recurrir a un ingenioso nombre, yéndose por el lado del viejo lema mercadotécnico de tintes postapocalípticos que dice ¿...y por qué no? (Why not!)

Y con justa razón la ovación, después de todo la prudencia, sinónimo de precaución, cae al dedillo en este tipo de producto, pues nada como tener la “capacidad de pensar, ante ciertos acontecimientos o actividades, sobre los riesgos posibles que estos conllevan, para de ahí modificar nuestra conducta y no recibir o producir agravios innecesarios”, como por ejemplo decirle a la esposa de tu jefe en la fiesta de navidad de la oficina que parece un barquillo de caca o, el más divertido, embarazar a destiempo a la princesa de la cuadra y después no reconocer a los trillizos.


...Sabiduría práctica

Fue don Platón y su pandilla quien puso a la prudencia en categoría de virtud cardinal. El “Yucateco de la Acrópolis” (sí, era más cabezón que un ajo plantado en Chernobyl) dijo que se trataba de una sabiduría práctica, un juicio sano aplicable a cualquier actividad humana. De ahí que fuera herramienta indispensable para aquél que pretendiera gobernar, pues se trataba de una “virtud del moralmente juicioso”.

Después llegó ese especialista en salpimentar y zarandear conceptos, Aristóteles, quien añadió que doña Prude no era un conocimiento, sino una capacidad reflexiva, un hábito con el cuál puedes joder o no las cosas, a los demás o a ti mismo: si no existe la prudencia en la acción en sí de prepararse un sope con carnitas, pierna de cerdo, bistec, chuletón de alce muelón y dos huevos duros, sí la hay en el acto de zampártelo a sabiendas que es el quinto que llevas.

Años después vendría Fantomas, digo Santo Tomás (1225-1274), advirtiendo que la prudencia era la más picuda de todas las virtudes, pues gracias a ella la justicia, la fortaleza y la templanza funcionaban dirigiéndose a un fin, el bien. Cierto, sin doña Prude es más fácil arrancarte a sacarle los ojos al vecino. Sin embargo, no es cosa fácil adquirir el hábito de esta sabiduría práctica, ya que para su empleo se debe adquirir destreza en cada una de sus partes que la integran:

—saber aplicar tu experiencia (memoria),

—tener visión clara de la situación, no cegarse,

—tener la humildad para seguir un buen consejo,

—saber anticiparse al madrazo y, sobre todo: ¡ser razonable, coño! Con esto la prudencia nos dota de otros hábitos, como por ejemplo algo que le hace mucha falta siempre a los gobernantes: sensatez (synesis), la cual nos permite saber juzgar rectamente acerca de las realidades prácticas, que pueden ser múltiples y se hacen de muchas maneras.

...apóstoles del Coitorreo.

Regresando a nuestros amigos manufactureros del chicle erótico, me entero que se trata de una marca no lucrativa. En efecto, sólo se quedan con el 2% de sus ganancias, porque lo demás se da a programas sociales (4). ¡Salchichas, regresen a la abuela a su envoltura!


Resulta que son una especie de apóstoles en el mundo del coitorreo, pues la compañía pertenece a una ONG, DKT INTERNATIONAL, "organización no gubernamental fundada en 1989 que opera como una empresa socialmente responsable". (4)

El nombre lo toman de Dharmendra Kumar Tyagi (1928–1969), conocido como DK Tygai, un hindú fregonazo que dedicó toda su joven vida (murió a los 41 años de cáncer y sin tener hijos) en tratar de implementar por primera vez programas de planeación familiar y salud sexual en su país, sin duda no sólo uno de los lugares más sobre poblados del mundo, también uno de los más necios en tradiciones religiosas. Sí, don DK no la tuvo fácil.

Con oficinas en más de 28 países, DKT "se ha posicionado como uno de los mayores proveedores de productos para salud sexual" (4). Su objetivo es sencillo, humilde y hermoso a la vez: permitir que hombres y mujeres en edad de darle al riquirrán y parir trillizos cada año, puedan continuar con su plan de vida a través de la información sobre sexualidad y los métodos anticonceptivos que PRUDENCE ofrece en todo estanquillo a un paso de usté y su...

La verdad sea dicha, sigue pidiéndose a gritos en nuestros días la insistencia de una educación sexual. Por ejemplo, en un reporte reciente de la Profeco se lee que el 48% de los jóvenes mexicanos con vida sexual activa no utiliza ningún tipo de anticonceptivos, ¡cifra alarmante! (1).


...no los hagan de jamón, mejor de Tutankamón

Un método anticonceptivo se muestra por primera en el papiro de El Faiyun, de la XII dinastía egipcia (1990 a 1786 a. e. c.). Consistía en elaborar una especie de pasta hecha a base de excrementos de cocodrilo, miel y/o leche ácida, que se insertaba en la vagina. Al parecer la eficacia de la fórmula radicaba más en el apeste del chunche, pues el lujurioso tutankamoncillo prefería el mutis por la izquierda que entrarle al pozole de lagarto (3). Bueno, por lo menos parece un mejor consejo que el del ginecólogo griego Soranus de Éfeso (98 e. c.), quien para evitar el embarazo recomendaba a las mujeres saltar hacia atrás siete veces y estornudar inmediatamente después de haber tenido relaciones sexuales.

Por su parte, en la Leyenda del rey Minos (1200 a. c. e.) se hace referencia al empleo de vejigas natatorias de pescado o vejigas de cabra para retener el semen (2).

El primero en llamarlo profiláctico fue aquel famoso médico italiano con nombre de trompeta, Gabbrielle Falloppio (1523-1562). En su obra De morbo gallito refiere haber inventado un condón de lienzo utilizado en 1100 hombres, para cubrir solamente el glande, ninguno de los cuales fue infectado de sífilis (3). Durante el siglo XIV y XV esta enfermedad fue un verdadero azote en Europa. El único remedio que se conocía eran las plegarias, las cuales resultaban poco efectivas, hasta que a fines del XV llegó el mercurio, único remedio contra este mal ¡hasta entrada la Segunda Guerra Mundial! (después se prefirió el arsénico).


En el siglo XVII se encontraron condones de tripas de pescado en el Castillo de Dudley en Inglaterra, pertenecientes a los soldados de Cronwell y del Rey Carlos I de Inglaterra durante la guerra civil (1642-1646). De ahí se les llamó por mucho tiempo gorras inglesas.

En el 2013, en un museo de Austria, se exhibió el preservativo más viejo del mundo en buen estado de conservación. El guapo ejemplar estaba intacto y poseía varias monerías: hecho en 1640, podía usarse varias veces y venía con un manual de usuario escrito en latín. Además, estaba fabricado con 100 % de tripa de cerdo y traía una especie de cinturón muy lindo que se ajustaba al cuerpo del gentleman. El libro de instrucciones recomendaba que el usuario lo sumergiera en leche hirviendo antes de utilizarlo, para evitar el contagio de chancritos, chancrotes y chachalacas voladoras (3).

...moraleja sin condón, pa'que pegue

Pero antes regreso a nuestro paquete estrella: del Extra Time como bondad de los Condones Prudence mejor no hablamo, ya que al menos de que traiga pilas incluidas el tiempo extra a estas alturas no me lo da más que la bendición del sildenafilo (alias viagra). Además, extra es un adverbio truculento, pues también significa “fuera de”, y entonces sí que estaremos en “aprietillos” y pensando en demandar a los Prudence boys por tener que reconocer a los dichosos trillizos.


Al final de todo, lo mejor será rescatar y practicar el lado “mundano” de doña Prude, haciéndola viable y realista, pero sobre todo práctica, esto es, entenderla como una saber hacer las cosas de tal manera que se puedan conseguir los fines perseguidos (el bienestar) por las vías más “razonables”, y siempre, siempre darnos el tiempo para ponerse en el lugar del otro....

Ahora sí, ¡a darle!


Fuentes:


(2) Potenziani Bigelli JC, Potenziani Pradella SD. Historia de las enfermedades venéreas (2a parte). VITAE [Internet]. 2008 julio-diciembre [citado 30/11/2015];(36). Disponible en: Disponible en: http://vitae.ucv.ve/index_pdf.php?module=articulo_pdf&n=1451&rv=46


(3) Aguiar García, Antonio, Almelo Hernández, Laura Candelaria, Lazo Herrera, Luis Alberto, Giniebra Marín, Grecia María, & Rivera Rivadulla, Roxana. (2019). Historia del condón y otros métodos anticonceptivos. Revista Médica Electrónica, 41(2), 588-597. Recuperado en 29 de octubre de 2022, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1684-18242019000200588&lng=es&tlng=es.


(4) DKT Internacional. (2020, marzo 8). DKT de México: https://www.dkt.com.mx/internacional/


Para mayor diversión:

Prudence, sito oficial: https://www.prudence.com.mx/


Prudence Blog: https://www.prudence.com.mx/blog/ (simpatiquísimo)








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